sábado, 26 de febrero de 2011

El Grand Hotel de Fellini cumplió 100 años


Enclavado en Rimini, la ciudad natal del cineasta, el albergue arribó al centenario mitificado por su imagen de lujo y fastuosidad. En esta ocasión se entrelazan recuerdos del realizador de Amarcord con interesantes oportunidades turísticas que ofrece este destino del mar Adriático

MARIELA DIAZ ROMERO

Este año (2008) se celebra el centenario del Grand Hotel de Rimini (Italia), pero también se cumplen los 35 años de la proyección en las salas de cine de una obra de arte como Amarcord, filme que obtuvo el Oscar en 1974 y en el que Fellini rememora el ambiente de la que fue su ciudad natal en los años 30, Rimini.

En el hotel, de estilo Liberty, construido en 1908 y proyectado por Paolito Somazzi, transcurrieron las aventuras de príncipes y jeques y cuya fascinación de oropel dieron forma poética a la ciudad-mito de la riviera romagnola.

Los rimineses consideran al Grand Hotel un monumento nacional. Onírico y cinematográfico son algunos de los adjetivos con los que se le suele describir. Así lo dejó escrito Federico en el libro La mia Rimini: “El Grand Hotel era la fábula de la riqueza, del lujo, la ostentación y la opulencia oriental. Cuando las descripciones que leía en las novelas no eran lo suficientemente estimulantes para suscitar escenarios sugestivos en mi imaginación, me ‘agarraba’ del Grand Hotel, como ciertos pequeños teatros en mal estado que siempre colocan la misma escenografía malograda para todas las situaciones”.

“Delitos, robos, noches de amor loco, chantajes, suicidios, el jardín de los suplicios, la diosa Kalí: todo sucedía en el Grand Hotel ―recuerda Fellini―. Las noches de verano se convertían en Estambul, Bagdad o Hollywood. Desde las terrazas, protegidas por espesas cortinas, apenas se dejaban ver desnudas espaldas femeninas que parecían de oro, ligeramente tocadas por brazos masculinos que iban de smoking blanco, mientras una brisa perfumada transportaba con melodías que hacían desvanecer”.

“Ahí estaban presentes los motivos del cine americano: ‘Sonny boy’, ‘I love you’, ‘Alone’, que el invierno anterior habíamos visto en el cine Fulgor y que después rememoramos por mediodías enteros, con l’Anabasi de Senofonte (libro de aventuras del siglo V) sobre la mesita y los ojos perdidos en el vacío. Solamente en invierno, en medio de la humedad, la oscuridad, la neblina, teníamos la posibilidad de tomar posesión de las vastas terrazas, llenas de agua, del Grand Hotel. Pero era como llegar a un campamento cuando todos se habían ido. Una vez, sólo una, tomé la carretilla y subí velozmente por la escalinata, atravesé con la cabeza gacha la deslumbrante terraza llena de luces y entré... Vi de un lado al otro y no había nadie. Después miré los grandes sofás como barcas, poltronas enormes como camas, la alfombra roja que subía formando curvas junto a las escaleras de mármol, sobre una cerca de vidrios de colores; flores; pavo reales; serpientes que entrecruzaban sus lenguas... y desde una altura vertiginosa, caía, para quedarse milagrosamente suspendida en el aire, el más grande juego de lámparas del mundo...”.

De la memoria al cinemascope. Francesca Fabbri Fellini, en ocasión del centenario del Grand Hotel, evoca algunos de los recuerdos que conservó el cineasta de su ciudad natal y del hotel que tanta fascinación ejerció en él desde su infancia. “Cuando Federico era niño un apartamento en el Grand Hotel representaba lo inalcanzable. Él no habría creído nunca que un día habría de vivir como un huésped VIP. De hecho el cineasta tenía siempre una suite reservada a su nombre. Tampoco habría creído que su permanencia podría no ser alegre, porque estuvo en el Grand Hotel prisionero de la enfermedad”.

Esta dolorosa estadía de Fellini ocurrió aproximadamente 20 años después de la proyección en las salas de cine de Amarcord, en agosto de 1993. El realizador falleció en octubre de ese año en Roma.

“Sigo preguntándome ―escribe Fabbri― por qué Federico escogió justamente Rimini para su convalescencia. Quizás se esperaba, como por encanto, reencontrarse paseando por la calle a su perrita Titina, al pequeño circo de su niñez o tropezar con el cine Fulgor, en el que, gracias a los hermanos Marx, nació su amor por el séptimo arte”.

Entre sueños, orígenes, parques y hallazgos. Quizás la respuesta se encuentra en algunos pasajes que el cineasta escribió en La mia Rimini: “A Rimini no regreso con placer. Lo confieso. Sufro una especie de bloqueo (...) ¿Será que tengo miedo de encontrarme con ciertos sentimientos? El retorno me parece una operación teatral, literaria. Ciertamente, eso puede tener su fascinación. Una fascinación somnolienta, turbia. De hecho, cuando estoy allí siempre me asaltan fantasmas olvidados. Quizás estos inocentes fantasmas, si dejase que permanecieran, me harían una silente y embarazosa pregunta, a la que no podría responder con tangentes ni mentiras”.

Lo única respuesta cierta es que existen varias Rimini, además de la felliniana. Esta es una pequeña ciudad de la costa de Emilia Romagna, en la que destacan pequeñas poblaciones como Ravenna, Milano Marittima, Cessenatico, Riccione y Cattolica. Aledaña, en la región de Marche, comparten esta costa las localidades de Pesaro, Senigallia y Ancona. Por lo general, las ciudades apostadas frente al mar Adriático tienen un boulevard que las bordea y frente al que se dispone la playa en perfecta armonía. Es el lungomare. En Rimini el centro de este boulevard es la Marina, una zona en la que convergen restaurantes y negocios de comidas y bebidas que extienden sobre la arena las tumbonas, las sombrillas y los cambiadores, perfectamente acondicionados para guardar pertenencias. Todo ello por un precio que varía de acuerdo a la cercanía al mar.

Desde 1869 se desarrolló en esta zona un centro dedicado a la curación a través de baños de mar; la primera experiencia fue desarrollada por el médico Paolo Mantegazza, experto en talasoterapia. Y desde 1845 un servicio de transporte a caballo conectaba el centro de la ciudad con la playa a través de una larga avenida flanqueada por frondosos árboles, el viale Principe Amedeo, que todavía hoy conserva el esplendor de su boscaje entre edificios de finales del siglo XIX. Rimini pronto creció en el siglo XX como polo turístico de salud y bienestar, así como de diversión y relax.

Itinerarios. Un paseo por Rimini podría incluir el parque Federico Fellini y la Fontana dei Quattro Cavalli o fuente de los cuatro caballos, inaugurada en 1928 y reacondicionada en 1983. El parque, a pocos metros del Grand Hotel, se construyó luego de la Segunda Guerra y es hoy por hoy el pulmón verde de la ciudad. En el verano es el escenario ideal para que las familias y los turistas ávidos de sol y brisa disfruten de picnics, conciertos de jazz y bandas pop, muestras al aire libre y actividades infantiles.

La Fontana dei Quattro Cavalli, que está ubicada en el parque al final del paseo Principe Amedeo, es un lugar de encuentro donde los paseantes beben un refresco después de sus caminatas, los ciclistas toman un descanso y le nonne pasean con sus nietos mientras cuentan novedades. El centro de la fuente son cuatro caballo de mar cuyas narices expulsan el agua que salpican el aire sofocante del verano.

Arimunum, la original. El recorrido romano espera a todos aquellos que deseen descubrir los orígenes de la ciudad-balneario. Fue fundada en el año 268 a.C, con el nombre Ariminum que proviene de la palabra latina ariminus, la cual designaba al río de la región, Marecchia.

El puente de Tiberio, la plaza tre Martiri, puerta Montanara, el arco de Augusto, el Domus del Chirurgo y el anfiteatro dan cuenta del espíritu romano que reinó en la zona, regido por la sabiduría y la ingeniosidad de sus construcciones.

De estos vestigios destaca el Domus del Chirurgo, el consultorio de un médico romano que data del siglo III a.C. Abierto al público en 1997, esta habitación muestra una pequeña cama, bisturíes, herramientas quirúrgicas y monedas, entre otros hallazgos que dan fe de ser un descubrimiento arqueológico, único en el mundo.

Cierra el recorrido una visita al Museo de la Ciudad, en via Tonini, que exhibe la memoria conservada de Ariminum. Desde billetes de ingreso al anfiteatro hasta estatuas de gladiadores pasando por monedas antiguas, mosaicos y ánforas dan cuenta de la era fundacional.

Rimini no sólo es la ciudad de Fellini y su evocación onírica del Grand Hotel. El Adriático baña sus límpidas playas en las que transcurren los veranos de cada uno de sus visitantes, desde aquel que busca el bienestar de la talasoterapia, pasando por las mamás que se broncean en sus tumbonas lejos del estrés citadino porque los niños juegan cerca en un mar calmo y seguro. Hasta el joven veinteañero que pasa sus noches de bar en bar bebiendo martinis o smirnoff, acariciado por la brisa del mar. Hay quien dice que Rimini es como el blues: en su corazón lo tiene todo, todo para disfrutar, sólo falta descubrirla.

Coordenadas

100 años de fascinación

Para celebrar en grande sus 100 años, el albergue preparó propuestas especiales, entre ellas, la llamada “Federico”. Consta de alojamiento por una noche en habitación doble tipo Classic; desayuno; cóctel Federico en el lobby bar; cena con menú Federico, incluye los platos más apreciados por el cineasta (menos la bebida); visita al museo Fellini, además puesto en el estacionamiento y derecho a usar el gimnasio. El costo por persona por noche es de 160 euros (más impuestos). Si en vez de la Classic, se prefiere dormir en la Regal Suite Fellini entonces el costo es 240 euros por persona, por noche. Si el gusto es tener un cuarto con vista al mar, entonces se debe cancelar un suplemento de 35 euros diarios. Disfrutar del paquete Federico sólo será posible del 1 de octubre al 28 de diciembre de 2008.

Estate al mare

El ferragosto italiano, que arriba cada 15 de agosto, indica para esos ciudadanos vaciar las ciudades y dar paso al disfrute del sol, la arena y el mar, ya sea Adriático o Mediterráneo. El Grand Hotel ofrece el paquete Gran Verano del Centenario. Por mínimo tres noches, el huésped disfruta de alojamiento en habitación doble con cena, acceso a la playa con derecho a toldo, tumbona y toalla; para los niños hay (sólo para aquellos que se hospeden hasta el 7 de septiembre) mini club, baby sitter (si se requiere) y baby restaurant; actividades según el gusto del visitante: shopping, deportes o visitas guiadas a sitios cercanos de interés; fiesta en la playa el domingo al atardecer. Los precios van desde 165 euros a 380 euros, de acuerdo a la disponibilidad en temporada.

En la ciudad de Raffaello

Si se trata de hacer alguna excursión cercana, un destino imperdible es Urbino, a 45 minutos de las playas del Adriático. Aquí, otro, Federico, el duque de Urbino y conde de Montefeltro, junto a su esposa Battista Sforza, erigió un centro de arte y arquitectura de la Italia central renacentista.

Un recorrido debe incluir el duomo (la catedral); el Palacio Ducal, conocido como el “palacio en forma de ciudad”, que conserva piezas maestras de Piero della Francesca, Donato Bramante, Paolo Uccello y Raffaello, entre otros; la plaza del duque; los edificios de la Universidad de Urbino, creada en 1506, y, entre muchas otras edificaciones, la iglesia de San Bernardino, donde está el mausoleo de los duques. La plaza del duque Federico es el corazón del centro histórico.

En via Raffaello, N.57, se encuentra la casa natal del pintor Raffaello Sanzio, uno de los grandes de Italia junto a Leonardo da Vinci y Michelangelo Buonarrotti. En la Galería Nacional de Marche se exhibe, hasta el 4 de octubre, la célebre obra de este artista, Dama con Liocornio. Se anuncia que esta exhibición es un abrebocas del proyecto que toma forma en 2009 y será una amplia retrospectiva del pintor: Raffaello y Urbino: su formación y su relación con la ciudad natal.

A la mesa con los Federico

La comida, momento de culto en la vida italiana, casi siempre es preparada con productos de excelente calidad cultivados en la región donde se sirve. Una recomendación es probar tanto en Marche como en Emilia Romagna los platos que deleitaron a sus hijos dilectos. Se dice que en la mesa de Federico, el duque, no faltaba el cerdo asado aromatizado con especias y acompañado con polenta así como el Fagiano alla Santa Alleanza relleno de beccaccia (especies de aves). Para recordar al Federico cineasta hágase servir de entrada el delicado consomé de pescado con hierbas costeñas. L
uego el tradicional spaghetti salteado con atún fresco, aceitunas en rodajas y albahaca. No olvide el carpaccio de spigola (pequeñas rodajas de esta especie marina) con espinaca, gentilina y valeriana. Acompáñelos con una copa de Verdicchio dei Castelli di Jesi o el Sangiovese di Romagna.

(Artículo publicado el 24 de agosto de 2008, en la sección Viajes, de El Nacional, Caracas, Venezuela)

jueves, 24 de febrero de 2011

El boxer: un grandulón de buen corazón


Su tamaño suele infundir temor pero en realidad estos canes son mansos, adaptables y adoran a los niños. Necesitan sentirse amados e integrados a la familia MARIELA DIAZ ROMERO

Quienes tienen un boxer como mascota no dudan en afirmar que es el mejor perro que se pueda tener porque son cariñosos y juguetones, ideal si hay niños en casa. Así lo afirma el médico veterinario Bernardo Manrique: "El boxer es una raza bastante dócil con los niños. Aunque no está hecho para ser un perro de compañía, es extremadamente cariñoso, en especial con los más pequeños del hogar".

Debido a su valor, fuerza y agilidad, es utilizado como perro policía, como lazarillo para ciegos y perro de bomberos, dado su gran olfato y valentía en grandes catástrofes. Es fiel, inteligente y vigilante. Tiene mucha fuerza y velocidad en el ataque, si se presentara el caso.

Fina estampa

Es un perro mediano de pelo corto y conformación regular. Se distingue su musculatura sin llegar a ser exagerada. El cuerpo es de forma cuadrada. La espalda es relativamente corta y ligeramente inclinada hacia la parte posterior. Tiene una cabeza grande y con ligeros pliegues en la piel de la cara. El pelo es corto, pegado al cuerpo y lustroso, con colores que van del castaño amarillento, al gris atigrado o el castaño rojizo oscuro. El macho puede pesar hasta 31 kilos y la hembra hasta 27 kilos. De acuerdo con Manrique lo principal para mantener su pelambre en buen estado es evitar bañarlo excesivamente. Entre uno y otro baño se debe esperar de seis a ocho semanas. Si se les baña demasiado esto puede afectar los ácidos grados que nutren su cabello, y que se encargan de que luzca brillante y sedoso. Otra recomendación es limpiar periódicamente los oídos con aceite para niños.

Cuándo vacunar

Es importante proporcionarle al cachorro las vacunas correspondientes. La primera se debe colocar a la semana de nacido. Al respecto Manrique comenta que hay que prevenir la parvovirosis -enfermedad infectocontagiosa que presenta diarrea con sangre, fiebre y vómito-. A la octava semana de nacido le corresponde la triple (contra el moquillo, la hepatitis y la leptotirosis). A éstas se le agrega la de la influenza, para prevenir afecciones respiratorias. Y a las 12 semanas se les da un refuerzo de la triple junto con la coronavirus. La antirábica está indicada en la semana número 16. Asimismo se debe realizar el control médico 3 veces al año, y desparasitarlo periódicamente (una vez cada 4 meses). Esto es de suma importancia sobre todo si se trata de mascotas que están cerca de niños.

Otro cuidado esencial en estos casos es evitar que se llenen de pulgas o garrapatas. Para ello los veterinarios le aplicarán una inyección que ayuda a prevenir los ectoparásitos. Manrique añade que después de la semana 12 se puede practicar la cautectomía (corte de cola). Si bien se trata de una decisión del dueño, es casi obligada porque define el patrón de raza del animal: es característico de un boxer tener la cola corta. Recomienda Manrique hacer esta intervención (al igual que la otoplastia, el corte de orejas) a edad temprana ya que se minimizará cualquier circunstancia traumática para la mascota. En cuanto a la alimentación, el veterinario aconseja evitar los dulces, el pan, las papas y la pasta. Lo mejor es suministrarles comida elaborada especialmente para perros de razas grandes.

Buenos hábitos

Estas mascotas de gran tamaño necesitan su buen rato de ejercicios durante el día. Manrique recomienda comprarles algunos juguetes, ya que así se evitará que muerdan objetos de la casa o personales de los dueños, con lo que se previenen accidentes o lesiones. Cuando están cachorros es ideal que tomen la luz del sol para ayudar a fijar la vitamina D. Al cachorro hay que tratarlo con cariño, pero también con firmeza. No le permita jamás aquello que no esté dispuesto a permitirle de por vida, y en esto hay que ser inflexible, si no se vuelve caprichoso. Para disciplinarlos, Manrique considera que de 4 a 6 meses están listos para el entrenamiento.

Fuente

Bernardo Manrique. Veterinario. Teléfono: 0058 414 262 9288.

www.lamascota.com

www.perrosamigos.com

(Artículo publicado el 21 de julio de 2009, en la sección de Mascotas, página 6 de Ciudadanos. El Nacional, Caracas, Venezuela).


martes, 22 de febrero de 2011

El Estambul de Orhan Pamuk




El escritor, primer turco en obtener el Nobel de Literatura, traza para los lectores-visitantes, una cartografía de las calles, palacios, mezquitas, baños turcos y bazares de su enigmática ciudad natal




ANTONIO POLITANO

La Repubblica

Versión: MARIELA DIAZ ROMERO

Una ciudad es un organismo vivo y en las manos de un escritor puede convertirse en un personaje de fibra poética. Así sucede con Estambul en la mirada de Orhan Pamuk, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2006.

Él convierte a su ciudad natal en escenario de muchas de sus obras y núcleo, en particular, de Estambul, ciudad y recuerdos, libro de memorias a la vez que reconstrucción histórica; doble retrato: de la compleja ciudad -heredera de la gloria de Bisanzio y Constantinopla, alegoría del exotismo- hoy megalópoli de 20 millones de habitantes y centro existencial del escritor que, salvo por motivos de estudios, nunca ha salido de ella.

Historia de un lugar y de sí mismo, autobiografía geográfica que tiene sus raíces en la infancia y en la adolescencia del hijo de una familia acomodada del elegante barrio de Nisanti, donde aún existe junto a la mezquita de Tesvikiye, el Palacio Pamuk.

La suya es una Estambul lejana de la postal, de las proyecciones de los extranjeros; más bien es una ciudad nutrida por las cicatrices y paisajes del pasado. A esta urbe la atraviesa un sentimiento de tristeza y melancolía que nace del sentido de fracaso heredado del imperio otomano, de la decadencia de las metrópolis modernizadas caóticamente.

Estambul está en el cruce de los continentes (Europa en la orilla oeste, Asia al este); si bien hoy es la Babel cosmopolita del pasado, muchos de sus habitantes continúan teniendo un pie en una cultura y el otro en una muy distinta. No es importante precisar si se trata de Oriente o de Occidente, y cómo se compenetran un lado con el otro.

Estambul es un unicum, una mezcla milenaria. Pamuk ofrece una contra-guía de Estambul. El atractivo de su ciudad permanece bajo un trazado secreto. Ciertamente él ama las mezquitas, los panoramas de la vieja ciudad dominada por espectaculares skylines, el juego de luces entre las cúpulas y los "minaretes", el río Bósforo, el Corno de Oro y el mar de Mármara.

El suyo es un homenaje al centro histórico, en el que se encuentran muchas obras antiguas e imponentes de cuya belleza y luminosidad depende la fuerza de Estambul: los templos imperiales, Suleymaniye (la mezquita del sultán Solimán II el Magnífico, creada por el Miguel Angel turco, el arquitecto Sinan Hoga); Sultanhamet y la misma Santa Sofía, la mayor iglesia de la cristiandad transformada en mezquita después de la Conquista de 1453; el palacio del sultán de Topkapi, el símbolo más ostentoso del imperio otomano; el Gran Bazar.

Pamuk sugiere practicar no solamente el rito de la contemplación; pasearse por la ciudad y dejar espacio a la exploración sin prisa. Tal como le sucedió cuando llevó a su primera novia, una joven llamada Rosa Negra, al barrio viejo, en el que aquellos ojos habituados a las zonas más pudientes de la ciudad descubrieron lugares inéditos. Hoy entiende por qué algunas parejas de turistas se fotografían en los jardines entre la mezquita Azul y Santa Sofía, como si estuviesen visitando un mundo nuevo.

No escapan a las páginas de Pamuk los conventos de los dervisci, en el monasterio Mevlevi de Galata se puede ver una muestra de la sema, su danza-oración; los hamah (históricos baños turcos de los cuales se pueden visitar Cemberlitas y Cagaloglu); los bazares, paradas obligadas para el visitante. Uno de ellos es el Gran Bazar, en el que se pueden buscar miniaturas; además de los mercados de libros antiguos y de especies. Pamuk toma de la mano a su lector-visitante y lo lleva hasta las murallas de Teodosio; las pequeñas mezquitas; lo hace visitar las iglesias bizantinas en ruinas (cómo dejar de incluir la Chora, aquellos museos que detrás de sus muros anónimos esconden una magnífica concentración de mosaicos y frescos); subir cuestas empedradas; descansar en plazas olvidadas; avizorar las casas de madera aún en pie como las de Fatih o Cihangir, frecuentemente arrasadas por las llamas y muchas de ellas actualmente sustituidas por palacios de cemento; admirar las villas construídas por la élite otomana a lo largo de la ribera del Bósforo. Y, sobre todo, Pamuk celebra continuamente el Bósforo: ese estrecho de mar que divide la parte asiática de la parte europea de Turquía, y por ende divide en dos a la ciudad de Estambul. Su cauce estrecho, de 32 kilómetros de largo es "el mejor punto de observación de la ciudad", tantas veces navegado por el escritor en paseos dominicales, escapadas adolescentes, en caminatas con amigos y amantes. Pamuk aconseja el paseo en barco que cada mañana parte desde Eminou, a las 10:30 am, y sube zigzagueando por el estrecho hasta Anadolu Kavagi, la última parada sobre la ribera asiática antes de encontrar las aguas del Mar Negro. La travesía dura cerca de cinco horas y no conviene descender si no al final, bien para retornar en autobús a través del borde asiático: hasta Kadikoy, la Calcedonia fundada por los colonos griegos, antes de Bizancio; o a Uskudar, la antigua Scutari, rica de velos y de mezquitas, construídas justo allí (en el punto de Estambul más cercano a la Meca), para ganar indulgencia en el paraíso.

El puente de Galata, que al inicio del estrecho del Bósforo une las dos orillas del lado del Corno de Oro, es para Pamuk el corazón de la ciudad; allí se condensa el tráfico, los pescadores al atardecer, los restaurantes, los vendedores ambulantes que ofrecen sándwiches de pescado a la brasa. Desde el puente de Galata comienza Beyoglu, el barrio antiguo llamado Pera, que Pamuk cita a menudo; se trata de la zona europea de Estambul; es la ciudad nueva, sobre el lado norte del Corno de Oro. Hoy se encuentra en un proceso de recalificación urbana que busca revalorizar la zona, hoy repleta de negocios y locales de moda. Longitudinalmente la atraviesa Istikal Caddesi, que fue la gran calle de Pera, que junto a la calle Taksim, han sido el centro y la plaza más grande del mundo de Pamuk: "Donde viví desde mi infancia". Por este boulevard se puede pasear y comprar. Allí se encuentra un animado mercado de especies en el que es posible degustar delicias típicas, como las brochetas de cordero, o finezas en la pastelería Markiz, de estilo Art Nouveau, un rincón parisino en la puerta de Oriente.

Cerca, en las vidrieras de la librería ubicada frente al antiguo y prestigioso liceo de Galatasary, se asoma la sonrisa de Pamuk -que celebra el primer Nobel otorgado a un escritor turco- desde el tapiz que forman las ediciones de su libro Estambul.

Información: info@turquia.com (artículo publicado el 22 de junio de 2008. Suplemento Viajes, página 10. Encartado con El Nacional, Caracas, Venezuela)



lunes, 21 de febrero de 2011

Goldfish: sutileza y fragilidad en una bola de agua


Quizás nadie pueda creer que el conocido pez Goldfish tenga un origen artistocrático. Aunque deriva de la especie llamada carpa crucial o carassius carassius, hace más de mil años los chinos empezaron a cultivarlos. Su cría estaba reservada a miembros de la realeza china, que los mantenían en envases de cerámica.

Posteriormente, se les desarrolló en estanques que rodeaban los jardines reales, lo cual facilitó su reproducción. El camino que ha recorrido el goldfish criado en las dinastías chinas ha sido muy largo, hasta derivar en los hermosos ejemplares que actualmente se consiguen por doquier. En el siglo XII los japoneses también desarrollaron su crianza.

Fue en el siglo XVIII que el goldfish se dio a conocer en Europa, específicamente en países como Inglaterra, Portugal, Holanda y Francia, donde se introdujo este pececito como artículo de moda y objeto de regalo. En el siglo XIX, el goldfish llegó a Estados Unidos, donde se desarrolló una especie 100% norteamericana, llamada "cometa".

De millonario a mendigo
Pero ¿qué hace a este pez ser tan particular? Sin duda existen características que le dan la posibilidad de ser la mascota que todos quieren tener. De acuerdo con el site www.elgoldfish.com se trata de un ejemplar pacífico y omnívoro, cuyo tamaño (según la variedad) puede ser de 15 a 30 centímetros. Es uno de los peces más vendidos en el mundo entero.

Aunque su nombre, goldfish, quiere decir pez dorado, en las tiendas de acuario es posible conseguir algunas de las 125 variedades más conocidas. Generalmente cuando se habla de goldfish se hace en singular, pero la belleza radica en que existen muchas clases distintas, en las que se dan variaciones en cuanto a los ojos, la cabeza, las escamas, los opérculos (que son las tapaderas de las agallas), las aletas caudales y las coloraciones.

Sin ánimos de nombrar todas las clasificaciones, es interesante conocer que en cuanto a tipos de cabezas es posible encontrarlas planas; orandas (tienen un crecimiento en la parte superior similar a una corona); orandas cabeza de león; pompón (se trata de un protuberancia en la parte nasal).

Las escamas pueden ser perla (de forma semiesférica), transparentes o metálicas (brillantes). Uno de los tipos más extraños de opérculos es el llamado inverso. Se dice que es una de las tipologías chinas más recientes; el borde tiene un doblez que deja las branquias a la vista. Las aletas caudales le dan gracia al verlo nadar en su acuario. La llamada larga o cola de velo abarca las dos terceras partes del pez.

La bifurcada, con una "v" pronunciada, distingue al goldfish cometa; el telescopio tiene la aleta en forma de mariposa, mientras que otros la tienen como un abanico. Otra variedad es la phoenix: doble, larga y grande. El porqué de la singularidad de las distintas coloraciones, según el site www.elgoldfish.com, depende de las circunstancias en las que vivan estos pescaditos. Se dice que la composición del agua, la temperatura, la dieta y la genética afectan a las células pigmentarias, que son de dos tipos: xantoformas y melanoforas.

Los goldfish de tonos rojizos tienen gran cantidad de células xantoformas y ausencia de melanoforas. Mientras que en aquellos de tonos azules y negros abundan las melanoforas y no existen las xantoformas. Aunque los monocromáticos son los más populares, también se les puede hallar bicolores (la más popular es la combinación rojiblanca); también están los cálicos, de fondo blanco con manchas de colores; los mate carecen de tejido reflector lo que les da una apariencia rosa.

Además del tan buscado anaranjado o amarillo (gold), también están disponibles en color café, verde, azul, negro, rojo y blanco. Cuidados necesarios. Quien desee mantener en casa a uno o unos de estos preciados pececillos debe documentarse acerca de las condiciones idóneas para su supervivencia.

El site www.elgoldfish.com ofrece algunas reglas indispensables que es conveniente conocer antes de ponerlo a nadar sin más en la consabida pecera redonda o bol transparente.

Cuidados indispensables
Al contrario de lo que se piensa, el goldfish necesita espacio para vivir. Así que por cada pez mediano se deben utilizar 35 litros de agua. Por lo tanto, no es aconsejable sobrepoblar el acuario. Otra de las máximas consiste en no sobrealimentarlos. Darles lo que puedan comer en dos minutos.

Si bien en las tiendas especializadas se consigue alimento comercial, cada tanto es bueno nutrirlos con alimento vivo. Los cambios de agua parciales, que se deben hacer una vez a la semana, no deben ser superiores al 20% de la cantidad de líquido. Se recomienda no mezclarlos con peces tropicales.

Los goldfish son mucho más delicados que otras especies, y cambiar sus condiciones de vida les puede causar estrés y enfermedades. En suma, el goldfish necesita ciertos cuidados esenciales para su supervivencia como altos niveles de oxígeno, dieta balanceada y una temperatura en el acuario de entre 15 y 22 grados centígrados.

(Artículo publicado en El Nacional, Caracas, Venezuela, el 28 de abril de 2009, en la sección Mascotas, página 7 de Ciudadanos).


























jueves, 17 de febrero de 2011

Aplican la física cuántica en la cura del cáncer


La psiconeuroinmunología está al alcance de todos. Los descubrimientos de Max Planck acerca del funcionamiento de la energía mínima, hoy son aplicados en la fundación Creando Esperanza para combatir enfermedades crónicas

Mariela Díaz Romero

Cuando el psico-oncólogo Ángel Eduardo García decidió establecer la fundación Creando Esperanza se propuso ayudar a las personas que padecían enfermedades crónicas, específicamente cáncer, a través de la divulgación e instauración del paradigma cuántico, basado en los principios de la física cuántica.

Sin embargo, él mismo cuenta que muchas de las personas que asisten a su taller van porque padecen de cáncer, pero otras están afectadas por distintas dolencias. Quizás van atraídas por mensajes como estos: "¿Si pudieras obtener el conocimiento de ese poder interno que transforma cualquier situación difícil en abono para el camino que te conduce a la meta y al logro de tus sueños, si descubrieras cómo hacer milagros en tu vida, qué milagros preferirías? ¿Qué te gustaría atraer?".

La palabra milagro despierta tanto inquietud como desconfianza, tanto el anhelo de su realización como la risotada del escéptico. Entonces, ¿por qué postular -como dijo Deepak Chopra- que el milagro de hoy será la ciencia del mañana? ¿Por qué, además, ofrecer una alternativa de curación a la gran pandemia del siglo XX y aún del XXI con un método que pocos conocen y aplican?

Trabajar en la propia curación
Ángel Eduardo García, médico con más de 20 años de experiencia en la aplicación clínica de técnicas no convencionales de la Terapia del Dolor, explica: "El paradigma cuántico se apoya en el proceso psiconeuroinmunológico del ser humano, el cual abarca todos los sistemas que preservan la vida, sistemas que son activados por actitudes, emociones, disposiciones mentales, por el entorno, y las afirmaciones".

El método de curación basado en los principios cuánticos está relacionado, según García, con un nuevo paradigma emergente que plantea cosas muy diferentes al paradigma clásico. "Lo que conocemos como la física newtoniana, los postulados de Descartes, el determinismo biológico, el positivismo renacentista. De acuerdo con estos principios los seres humanos perciben la realidad solamente a través de los cinco sentidos y mediante una serie de fenómenos únicamente tangibles", asevera García.

No obstante, "los descubrimientos de la física cuántica que tienen más de un siglo, especialmente de la neurociencia, establecen que el ser humano va más allá y que percibe sólo 10% de la realidad con los cinco sentidos. Cuando logramos entender el funcionamiento de la mente y de los procesos cuánticos, aparece una sonrisa que refleja la esperanza de poder dominar nuestros estados internos y tener cada vez más control sobre nuestra vida", afirma el experto.

De allí que García considere que el paradigma cuántico sí es capaz de afrontar las dolencias de enfermedades crónicas, ya que postula que cada ser humano tiene dentro de sí el poder para curar cualquier enfermedad, incluso una crónica como el cáncer. Pero es necesario tomar el control de la propia vida y de los procesos mentales que subyacen en el inconsciente.

García dice: "La física cuántica nos enseña que el mundo es una ilusión, que cada ser arma su mundo según su realidad interna y que cuando cambia la percepción, cambia la realidad. Es decir, que el observador crea y transforma lo observado".

Fue con Max Planck en 1900 cuando se inició la Física Cuántica, que planteó que la energía no avanza de manera continua, sino a través de saltos de paquetes discontinuos. "A estos paquetes de energía mínima se les llama cuanto o quantum y representan la cantidad más pequeña de algo que se puede percibir. Así en el universo de lo cuántico los cambios son discontinuos y no predecibles, un universo con un enorme potencial de posibilidades," asevera el especialista.

Conciencia de la célula
Estudios científicos, como el de la doctora Candace Pert, PhD en Farmacología de la Escuela de Medicina John Hopkins de la Universidad de Harvard -que descubrió el funcionamiento de los neurotransmisores, a los que llamó "mensajeros emocionales"- son el asiento de muchas de las afirmaciones de García.

"Hace poco más de 20 años, la neurociencia descubrió que las células tenían microcomponentes en los que reside su conciencia. Estas estructuras son las proteínas tubulares que componen un esqueleto celular ultramicroscópico que funciona en virtud de la información de la conciencia de quien lleva esa célula", afirma García.

Ese conocimiento está relacionado con la capacidad asombrosa del ser humano de convertir lo intangible en tangible, lo material en inmaterial. García asegura que un pensamiento tiene una reacción bioquímica en el cuerpo, de acuerdo con las investigaciones de Candance Pert. "Cada vez que una persona tiene una emoción aparecen en su hipotálamo cerebral y en todas sus células componentes que son la expresión bioquímica de esa emoción", refiere el psico-encólogo.

Muchas veces la aparición de una enfermedad es producto de un desequilibro de la relación del ser humano con su entorno íntimo y con el externo. Por esto la fuerza del método cuántico reside en la posibilidad de "apoderarse de este conocimiento y concientizar que podemos lograr que desaparezcan las enfermedades", asegura.

Los Datos
La PhD en Farmacología, Candance Pert, revela en su libro Everything You Need to Know to Feel Go(o)d, (Hay House, 2006), que el ser humano está biológicamente equipado para alcanzar la felicidad: "Todo lo que necesitas es conocer las ilimitadas capacidades de tu propio cuerpo para vivir y disfrutar conectado con lo divino".

Quienes asisten al taller Mente cuántica para el día a día, con Ángel Eduardo García, reciben además de las explicaciones y ejercicios correspondientes, material bibliográfico y auditivo que les ayuda a entender cómo funciona el paradigma cuántico.

Algunas de las premisas son conocer en qué consiste la Ley de la Atracción, desentrañar los sistemas de creencias, erradicar ideas insanas y limitantes; además de aprender cómo realizar cambios de valores, activar la imaginación creativa, superar adicciones emocionales, y claves para desarrollar las potencialidades de la mente cuántica.

Las Cifras
10% de los fenómenos de la realidad circundante son percibidos por los 5 sentidos
88% representa la actividad inconsciente del cerebro humano.

Contacto
Ángel Eduardo García. Médico psico-oncólogo
mentecuantica@gmail.com
0414) 141 7204

La imagen reproduce una obra de Salvador Dalí

(Este artículo fue publicado en El Nacional, Caracas, Venezuela, el 21 de mayo de 2009, en la Guía de Salud)

lunes, 14 de febrero de 2011

Aprenda de los expertos del corazón


Son miles las circunstancias que podrían arruinar una relación o impiden concretarla. Por eso es válido acudir a los postulados de autores que brindan luces en el camino hacia la felicidad

MARIELA DIAZ ROMERO

En la vida contemporánea, signada por transformaciones permanentes y existencias consumidas por el afán del progreso, rentabilidad y estrés, no hay nadie que no se haya visto afectado por las dificultades que hieren al amor. Ya sea porque se está en una relación consolidada que se desea preservar o porque se han sufrido los embates que han impedido su concreción, todos los seres humanos, en algún momento, han buscado dispositivos de ayuda. Literatura, filmes, series de televisión, consultorios de psicología son herramientas válidas a las que se puede recurrir al tratar de encontrar respuestas que expliquen la extrañeza que subyace en el acto de amar.

Bushnell o lo que ellas quieren. La novelista y creadora de la columna “Sex and the City”, germen de la serie televisiva homónima que durante cuatro años se mantuvo a la cabeza del rating en HBO, es una representante de lo que algunos llaman chic lit o literatura para chicas.

Los relatos de Candace Bushnell sobre cuatro amigas solteras, que buscan el goce permanente y destacar en los círculos más trendy de la ciudad de Nueva York, cautivaron a un público, sobre todo, femenino. En esta atracción por la vida de Carrie Bradshaw y sus amigas existe una gran dosis de identificación. ¿Pero qué se proponía la autora de Los diarios de Carrie? En una entrevista a Diarioperfil.com.ar, Bushnell dijo: “Las mujeres han cambiado enormemente y se dieron cuenta de que les hace bien tener una carrera, hablar sobre sexo y decidir qué relación quieren tener con un hombre”.

De alguna forma, la ex columnista de The New York Observer sintetizó los anhelos de muchas mujeres que al pisar los 30 años de edad, luego de haber alcanzado la profesionalización y la independencia económica, sentían un cierto “malestar” con su soltería. Las andanzas, las tragedias, los amoríos y las expectativas de hacer pareja de las cuatro amigas de Sex and the City son también los deseos de cualquier treintañera, llena de ideales.

Pero por alguna razón Bushnell expresó que a las niñas se les siguen contando mentiras: “Cuando te cases y tengas hijos, eso llenará completamente tu vida”.

La trilogía de Walter Riso. De sus 21 libros publicados, Deshojando margaritas, Los límites del amor y La fidelidad es mucho más que amor son considerados la trilogía del corazón del terapeuta de origen argentino radicado en Colombia.

En su visita a Venezuela, en septiembre del año 2008, http://www.walter-riso.com/ declaró a El Nacional que sus libros no eran de autoayuda, sino de divulgación psicológica. Que no pretendía dar “los cinco pasos para ser feliz”, sino colocar la psicología al alcance de todos para que esa mayoría pudiera desarrollar su potencial y llevar estilos de vida más saludables. Y es que uno de los postulados de Riso es que se puede amar de una forma “sana” sin pasar por sufrimientos innecesarios ni confundiéndolo con el apego, al que considera la antítesis del amor y el peor enemigo de las relaciones de pareja. Este aprendizaje implica un proceso, toma de decisiones e involucra a la voluntad.

He aquí un abreboca para adentrarse en su literatura: “Si crees que el amor lo justifica todo y que amar es tu principal fuente de realización, el amor se convertirá en una obsesión y no serás capaz de renunciar al afecto o a tu pareja cuando debas hacerlo”.

Ni eterno ni omnipotente. El deseo más generalizado de las parejas es que su unión sea estable, duradera y sólida. Y si bien es cierto que el amor es un sentimiento eterno no es tan cierto que el enamoramiento, como estado fisiológico-emocional del ser humano, lo sea. Así lo explica la psicóloga venezolana Cristina Valarino, con más de 20 años de experiencia como terapeuta de parejas, que refuerza la opinión de los expertos según la cual todo enamoramiento tiene fecha de caducidad.

Refiere que si una relación de pareja, a través de la que se pretende formar una familia, se basara casi exclusivamente en el amor, “se está adjudicando a esa futura familia algo que tal vez no suceda. El amor no lo puede todo, el amor es un estado que viene y se va. El amor es un aspecto, la comunicación es otro y lo económico es otro. Es importante, pero no único”.

Vale la pena preguntarse cuáles son esos otros aspectos que acompañan a ese sentimiento universal, mas no unívoco. Virtudes como tolerancia, respeto, comunicación, fidelidad son claves en la supervivencia del amor. Ellos también conforman lo que la psicóloga clínica considera es la “plataforma de la relación”.

En su experiencia como terapeuta, señala la importancia del sostén que esa pareja reciba. “Las parejas, y especialmente las familias constituidas, deberían tener padrinos que protejan y sostengan la relación, porque en el duro transitar de dos personas que trabajan, tienen hijos, hogar, gastos, compromisos, ocurren a menudo ‘accidentes’ que no siempre se saben sobrellevar. Estos padrinos muchas veces son los ‘abuelos’, quienes sin formación profesional, pero con inmenso amor y buenas intenciones, fortalecen los quehaceres de las parejas jóvenes”.

Esto sumado a los valores, configuran esa plataforma. Sobre la comunicación, uno de los aspectos más manoseados por su engañosa y aparente facilidad, pero fundamental en la superación de las crisis, Valarino dice que para lograr que sea efectiva y trascendente se necesita aprender varias cosas: “Por ejemplo, a analizar una situación cuando ambos están dispuestos a encontrar la solución, no cuando pelean, discuten y resbalan sobre el mismo tema sin llegar a una solución”.

¿Qué hacer cuando sólo existen gritos, reproches y discusiones? Para que estas situaciones se alivien es preciso reconocer el error y empeñarse en no volver a cometerlo. “Evitar este paso, que implica asumir la responsabilidad por la propia conducta, lo interpreto como comunicación defectuosa”, dice. Aunque sea engorroso es necesario porque “cuando uno o ambos, a sabiendas de que hubo errores, que producen dolor, se niega a pedir disculpas y por el contrario intenta argumentar para excusarse de lo que hizo, hago serios esfuerzos para que ambos asuman la responsabilidad por sus conductas defectuosas. Cuando no se logra, no hay avance terapéutico”.

Y concluye Valarino: “Es necesario aprender a lidiar con los conflictos y quedarse en silencio si no hay respuestas a muchas de las preguntas difíciles que se puedan establecer. Darse pautas, descanso y tiempo para cerrar heridas ayuda a crear puentes de enlace en las crisis”.

(Artículo publicado el 10 de febrero de 2011 en Suplemento Especial Día de los Enamorados, encartado en El Nacional, Caracas, Venezuela)

domingo, 13 de febrero de 2011

Sufrir cuando se busca la felicidad


Para el ser humano la felicidad es tan importante como tener dinero y salud. Pero, ¿en qué consiste? ¿En estar sano y tener un cuerpo envidiable? ¿En las posesiones materiales?

La búsqueda de este estado de bienestar parece ser la gran utopía del hombre contemporáneo, bajo esta premisa el psicoanalista brasilero Jesús Santiago devela algunas de las inquietudes de la actualidad.

Según Santiago "en épocas pasadas se pensaba que la felicidad era el resultado de la experiencia religiosa" y esa experiencia ocurría en la esfera de la vida privada. Pero, luego de la Revolución Francesa, con el advenimiento del Siglo de las Luces, la felicidad se tornó un hecho político. Hablar de felicidad era hablar de calidad de vida, acceso a la educación, a la salud; de tal manera que este concepto sale de la esfera privada y se instala en la vida pública.

Atajos engañosos
No obstante, el traslado de la felicidad a la esfera social acarrea consecuencias importantes en la vida del hombre moderno: surge la urgencia por ser feliz. Y en la necesidad apremiante por alcanzarla, el hombre de hoy se acerca vertiginosamente a una zona de doble filo: confundir felicidad con placer. "Existe el problema, asegura Santiago, de pensar que se puede lograr ser feliz por la vía de un atajo".

Ese atajo es, entre otros, el consumo. "Los grandes centros comerciales se han tornado en una especie de templo actual de la felicidad, la gente imagina que puede obtenerla a través del placer que les pueden proporcionar los objetos", sentencia. Y así acude al ejemplo de un adolescente que se mantiene fiel a la marca que fabrica un objeto porque su felicidad radica en esta simple posesión. "En este punto la felicidad se torna un imperativo, un deber. Y esto es una distorsión. Al confundir felicidad con placer lo que hemos hecho es convertir a nuestra civilización en una civilización hedonista".

Puro placer
Una sociedad excesivamente hedonista genera consecuencias nocivas en la convivencia de los ciudadanos. "Ante la ausencia de ideales y valores que orienten el rumbo de cada persona, el hedonismo se instala y provoca una especie de disolución de los valores que le dan sentido a la vida". Lo que hace que prevalezcan situaciones de desajuste y desorientación de las que surgen consecuencias nefastas, como la delincuencia.

El niño que viene al mundo de hoy en un barrio pobre tiene la misma ansiedad por ser feliz, por poseer bienes, incluso por las marcas, que un niño de clase media o alta. El psicoanalista agrega que además no se puede desconocer la invasión del capitalismo moderno, que ha creado situaciones muchas veces salvajes. "Nuestra época ha `obligado’ al ser humano a ser feliz, y no es posible alcanzar la felicidad como si fuera una obligación".

Explica que Sigmund Freud, en su libro El malestar en la civilización, afirma que nada en la creación ha sido hecho para que un hombre pueda ser feliz. "Todo ocurre al contrario de la intensa voluntad de las personas de ser felices".

Muchas veces en la búsqueda ­a cualquier precio­ de esta razón de vida, el ser humano recurre a situaciones desventajosas como, por ejemplo, el uso excesivo de medicamentos. Santiago explica que para aquellas personas que padecen un trastorno mental usar un medicamento es una necesidad. Pero para muchos, ofuscados por la depresión, la ansiedad o la tristeza, usar psicofármacos ­como, por ejemplo, los antidepresivos­ es simplemente un abuso.

"Hoy en día el antidepresivo es prescrito por una amplia gama de especialistas, no solamente por los psiquiatras sino también por los médicos generales, los internistas, los ginecólogos, los cardiólogos. Ésta no es la mejor manera de lidiar con el sufrimiento humano: medicalizando la tristeza, medicalizando el mal vivir".

Espejito, espejito
Una situación que se da mucho entre las mujeres es recurrir a las cirugías plásticas porque piensan que al cambiar su imagen van a ser más felices. En opinión de Santiago, si bien existe un campo de la medicina que contempla a la cirugía cosmética como un método quirúrgico correctivo, no es aconsejable considerar que el bienestar de una mujer pueda radicar en esta idea superficial de la belleza. "La belleza es toda una particularidad que no se puede confundir con una imagen generalizada".

En este sentido, la felicidad es una situación que las personas deben aprehender y extraer de su vida como resultado de su propia historia. "No podemos comprar la felicidad en el shopping. La felicidad no es un vestido pret a porter; es un traje a la medida que cada uno debe aprender a diseñar y construir. Y esto lo debe saber transmitir el psicoanalista en su práctica cotidiana", concluye Santiago.

El Dato
Jesús Santiago es un psicoanalista brasilero que participa junto a otros profesionales en el desarrollo, en Belo Horizonte (Brasil), de programas sociales que buscan la aplicación del psicoanálisis en la solución de problemas que padecen personas de escasos recursos, muchas veces víctimas de la violencia y la delincuencia.

Este psiconalista es miembro de la escuela brasilera de Psocoanálisis y de la Asociación mundial de Psocoanálisis. También es profesor de esta especialidad de la Universidad Federal de Minas Gerais. Estuvo en Caracas invitado por la Asociación Caraqueña de Psicoanálisishttp://http://www.nel-amp.org/nel/sedes/nel-caracas/acp.

(Artículo publicado el 22 de enero de 2009 en la Guía de Salud del diario El Nacionalhttp://www.el-nacional.com, Caracas, Venezuela)







jueves, 10 de febrero de 2011

Desafíos que pueden llegar a ser peligrosos

El "costo" de ser el primero de la clase

Nadie duda de las bondades de la estimulación infantil, pero qué sucede cuándo los padres exigen demás a sus hijos y les imponen una carga excesiva de actividades bajo la excusa de que ellos deben ser los mejores
MARIELA DIAZ ROMERO

Cuando Manuela nació, sus padres -orgullosos, felices, y quizás confundidos- la paseaban en brazos susurrándole: "Seré una triunfadora, seré una triunfadora". ¿Cuáles son los padres que no desean que sus hijos sean exitosos en la vida? Seguramente en ello invertirán sus energías, los estimularán desde el vientre materno, los llevarán al baby gym de moda, los inscribirán en varias actividades como fútbol, natación y música, o danza, inglés y karate; los matricularán en la institución educativa más costosa... Pero ¿qué pasaría si estos niños no muestran los resultados esperados? ¿Si no son los primeros de la clase ni campeones deportivos? ¿Si no han logrado aprender ese segundo idioma que les abrirá las puertas del éxito?

De la estimulación a la sobre estimulación sólo hay un paso, y las consecuencias podrían ser nefastas para el desarrollo del infante. Entre ambos conceptos existen claras diferencias. Cinco especialistas en educación, psicología y psicoanálisis, cuyas prácticas en estas disciplinas han abordado también el tratamiento a niños, explican los peligros que acechan con una excesiva estimulación.

Despiertos desde chiquitos
Cualquier palabra, gesto o acción que despierte la atención deun niño recién nacido es estimulante. De acuerdo con Carolina Micha, especialista en desarrollo infantil, cuyas reflexiones se encuentran en www.planetamama.com.ar, "estimularlo (al bebé) es brindarle situaciones que lo inviten a poner en marcha sus funciones (...) a través de los sentidos y a ir superando pequeños desafíos acordes a su etapa de desarrollo". Entendido de esta manera la estimulación está dirigida a garantizar el desarrollo de las potencialidades intelectuales, socio-emocionales y biopsicomotoras del niño.

"La sobre estimulación tiene que ver más con una angustia de los padres de darle todo a su bebé, esperando que adquiera ciertos logros que tienen que ver con expectativas que vienen desde la sociedad. Como resultado lo sobrecargan de estímulos, lo cual no implica necesariamente un crecimiento anticipado", reflexiona Micha.

A juicio de Mireya Durán, profesora universitaria especialista en temas de Educación y Psicología, el perjuicio no está en brindarle información al niño sino en que los padres quieran poner a competir a su hijo intelectualmente con otros niños, para que sean los mejores en todo. Lo negativo radica en ponerlo a competir por competir antes que para alcanzar su propio desarrollo. A su juicio esta competencia es una demanda del propio yo de los padres. "Existen padres que, por ejemplo, van a un juego de fútbol de su hijo y no dejan de enfatizarle la importancia de ganar, pero si el niño no gana sienten una frustración personal y la trasladan a él. Esto trae como resultado grandes ansiedades e incluso enfermedades psicosomáticas: niños que se comen las uñas, que se les cae el cabello o tienen llantos incontrolados".

La psicóloga infantil Ana Belén García reflexiona: "El problema está -como en todo- al traspasar esa fina línea de la estimulación y el exceso, como padres siempre deseamos lo mejor y por eso me paso de esa rayita".

La consecuencia es un niño irritable "porque está bombardeado desde el momento de la concepción y no ha tenido una pausa para conocerse a sí mismo, sino que constantemente está respondiendo a una estimulación. Ese límite es diferente para cada persona, hay niños que necesitan más, otros menos, y los padres a veces no nos damos cuenta porque no observamos cuál es la respuesta del niño".

Bueno es cilantro pero no tanto
Cuando los padres de la recién nacida Manuela le susurraban al oído que ella sería una triunfadora, la estaban modelando de acuerdo con las exigencias de una época dominada por premisas como éxito y productividad. Lucía Dragonetti, psicoanalista de orientación lacaniana, considera que esta sobrecarga de estímulos transmite de alguna forma los ideales de una era, la de los triunfadores, "los productivos: sujetos que le sacan provecho a lo que hacen, esos son los ideales del tiempo que vivimos. Habría qué preguntarse si eso es lo que quiere el sujeto; desde el psicoanálisis todo lo vemos desde la particularidad, no hay una receta, pero con el auge de la productividad parece que hemos llenado de muchas actividades a nuestros niños y desde la perspectiva de la crítica hemos hecho de estos unos sujetos limitados por esos ideales, en el sentido de que están limitados al concepto que otro tiene sobre lo que él debe ser, es decir, limitado por lo que el otro (en este caso los padres) dice que es lo que debe ser un niño: triunfador, productivo. Pero ¿eso es lo que un niño debe ser?".

Otra advertencia que refiere Durán es la necesidad de que el niño cumpla su edad específica. A pesar de que el desarrollo social puede adelantar el desarrollo cognitivo, las etapas de madurez hay que respetarlas. Por ejemplo, un niño que tiene 5 años no debería estar en primer grado, debería estar a los 7 años, según las etapas de desarrollo que describió Jean Piaget.

A los 5 años, el niño juega y obviamente cuando llegue a la escuela lo seguirá haciendo. Pero los padres le van a pedir más sin tomar en cuenta su nivel de madurez. "Un niño a los 5 años monta tacos, arma, juega con plastilina, construye, mientras que en primer grado existe la responsabilidad de la lectoescritura".

La psicóloga Carolina Micha explica el niño percibe la exigencia, que no puede cumplir, y esta situación le genera inseguridades y dependencia porque no puede aprender a su tiempo. Promover a un niño a grados escolares superiores a su nivel de madurez y edad no es estimulación, considera Durán.

Los estímulos no deben crear en el niño malestar, ansiedad o frustración, explica Rosina Uriarte, del Centro Bilingüe de Estimulación Temprana Brisbane, en su blog http://estimulaciontemprana.fullblog.com.ar. "Todo lo contrario, la estimulación debe buscar alimentar la autoestima del niño, ayudándole a que se conozca a sí mismo, confíe en sus habilidades y sepa dónde están sus límites".

Hacia dónde vamos
Lucía Dragonetti ofrece una pista acerca de cuáles salidas existen para los pequeños sobrecargados. "Los niños necesitan un espacio para sus juegos y eso es lo que muchas veces no les dejamos, el juego es para el niño lo que es el pensamiento para el adulto. En medio de ese auge de la productividad, es peligroso hacer de los niños geniecillos que hacen infinidad de actividades, que no tienen un ratico para jugar y fantasear; es cierto que hay actividades que les pueden gustar más de acuerdo con sus talentos y gustos porque ahí está puesta su líbido, su deseo, pero cuando eso se vuelve absorbente, que no les deja tiempo para ser niños es cuando se generan los problemas".

Ana Belén García refiere que esta sobrecarga de estímulos, además de irritarlos, podría generar situaciones conductuales cuyos diagnósticos errados complican la situación. Muchos niños van a su consulta porque, supuestamente, sufren del "famoso Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad; ese es un término que parece que es talla única y le sirve a todos. Pero al indagar, no existe. A veces lo que pasa es que el niño está aturdido con tantas estimulaciones".

Dragonetti coincide en que el llamado Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad "es una etiqueta que se diagnostica fácilmente por cualquiera; y probablemente lo que sucede es que el niño está tan cargado de actividades que no atiende ninguna; la actividad motora es una manera de drenar la sobrecarga y la angustia que significa tanta exigencia". García agrega otras consecuencias que se manifiestan emocionalmente como los problemas de autoestima y estrés. "Cuando trazamos los indicadores de qué es ser el mejor observamos que un niño puede tener las mejores notas o ser el mejor deportista, pero los padres no evalúan cómo está en el colegio con sus amigos o si el niño realmente está haciendo lo que quiere. Es ahí cuando nos encontramos con adultos brillantes pero solitarios, que nunca se ocuparon de sus sentimientos, de sus emociones, de las relaciones, de darle valor a las cosas humanas".

A juicio de Mireya Durán, a los padres les corresponde bajar los niveles de ansiedad. "Pensar que la influencia que están dando al niño no debe ser lo que a él como padre le habría gustaría ser; el niño debe desarrollarse dentro de la normalidad, estimularlo pero sin olvidar que juega, explora, patalea, llora porque tiene emociones, y que irá desarrollando etapas, pero el desarrollo de la habilidad es del niño y del joven, no del padre".

Información
www.planetamama.com.ar
http://estimulaciontemprana.fullblog.com.ar
Contactos
Mireya Durán, educadora. Email: mar_duran@hotmail.com
Lucía Dragonetti, psicoanalista. Email: lucia.dragonetti@gmail.com
Ana Belén García, psicóloga infantil

Artículo publicado en El Nacional (Caracas, Venezuela) el 08 de julio de 2008